Tratamiento de las crisis existenciales
“¿Quién soy? ¿Qué sentido tiene mi vida?”
¿Qué es una crisis existencial?
Una crisis existencial es la sensación interna de “no saber quién eres”, ni qué sentido tiene tu vida. Se caracteriza por una sensación de vacío y un sentimiento de que nada tiene sentido, es como si de repente te dieras cuenta de que lo que te valía hasta ahora, ya no te vale.Todo se desmorona de pronto y no sabes donde agarrarte para no hundirte tu también. Sabes que algo tiene que cambiar, pero no sabes el qué.
Ante una crisis existencial, podemos responder de dos maneras:
1. Negando el cambio y tratando de seguir igual: intentando llevar la misma vida que hasta ese momento y forzando que todo vuelva a ser como antes, culpándonos a nosotros mismos o a los demás por no ser capaces de conseguirlo. Lo que, puede conducir a una depresión.
2. Aceptando el cambio y haciendo cosas diferentes: pasar tiempo a solas para conectar con nuestro interior y con el malestar que sentimos y conocernos mejor, hacer cosas distintas de las que hacíamos hasta ese momento, etc.
Las crisis existenciales son, golpes de realidad o tomas de consciencia, son puntos de inflexión que nos avisan de que una etapa de nuestra vida está llegando a su fin y necesitamos empezar otra nueva, son fases de crecimiento personal, de renovación (“renovarse o morir”), de “renacimiento” si queremos llamarlo así, “morimos para volver a nacer”, son un “resurgir de nuestras propias cenizas”, necesario para poder seguir adaptándonos al mundo, para no quedarnos atrás o estancados, para “sacar lo mejor de nosotros mismos”. Pero muchas veces, al ser tan dolorosas y complejas, no resultan sencillas de superar uno/a solo/a requiriendo de acompañamiento psicológico, por parte de un experto o psicólogo, durante el proceso.
Síntomas de una crisis existencial:
– Aburrimiento y hastío: Todos los días te parecen iguales. No disfrutas con casi nada y sientes que casi nada en tu vida merece realmente la pena.
– Nada te motiva: has perdido el interés por las cosas con las que antes disfrutabas o te llenaban, cualquier cosa que tienes que hacer te da pereza o te supone un esfuerzo, al que no le ves sentido.
– Insatisfacción con tu vida: aunque las cosas te van bien a nivel laboral, familiar, social, económico, no eres feliz, tu vida no te llena, no la disfrutas como crees que deberías hacerlo y no entiendes porque.
– No sabes que hacer para dejar de sentirte así: te sientes perdido/a, no sabes lo que buscas, ni que hacer para volver a sentirte bien.